sábado, 16 de enero de 2010

Haiti

 TERREMOTO  EL 13 DE ENERO DE 2010


HAITÍ. EL PAIS DE LOS HUÉRFANOS Y LOS CAUTIVOS

Por Gonzalo Urquijo Hoyos , 17 de enero de 2010 a las 0:29

El terremoto de 7.3 grados en la escala de Richter, ocurrido el pasado 12 de enero en Haití, el país mas pobre del hemisferio occidental, es el peor desastre natural que haya sucedido en América. Las pérdidas materiales, el número de muertos que supera los 100.000, la ausencia absoluta del gobierno, la inoperancia de la ONU, el hambre, el peligro de epidemias, el pánico; todo se puede resumir con la palabra: caos.

La primera inquietud que puede asaltarnos es el porqué una nación puede ser tan desventurada. Veamos una cronología de las desgracias en Haití.
1770: Fuerte terremoto devasta Puerto Príncipe, en la entonces colonia francesa.
1842: Sismo destruye Cabo Haitiano y otras ciudades en el norte de Haití y la República Dominicana.
1935: Una tormenta mató a más de 2.000 haitianos antes de llegar como huracán a Florida, donde mató a otras 400 personas.
1946: Terremoto de magnitud 8,1 sacude a dominicana y Haití, causando un tsunami que mata a 1.790 personas.
1954: Huracán Hazel mata a cientos en Haití.
1963: Huracán Flora deja más de 6.000 muertos en Haití y Cuba.
1994: Se atribuyen cientos de muertes al huracán Gordon en Haití.
1998: Huracán Georges destruye 80% de los cultivos de Haití y causa la muerte de más de 400 personas.

 2004(mayo): Tres días de lluvia fuerte ocasionan inundaciones que matan a más de 2.600 personas.
2004(septiembre) la tormenta tropical Jeanne causa inundaciones y aludes que matan 1.900 personas y dejan sin hogar a 200.000 personas en Gonaïves, tercera ciudad más grande de Haití.
 2007: La tormenta tropical Noel ocasiona deslizamientos de tierra e inundaciones, matando al menos a 57 haitianos.
 2008: Tres huracanes y tormentas tropicales matan aproximadamente a 800 personas en Haití, devastando cultivos y ocasionando daños por 1.000 millones de dólares.
 2010: Terremoto de magnitud 7.3 derriba edificios en Puerto Príncipe; se teme la muerte aproximadamente 200.000 de personas.


El 15 de enero, en el canal Cristian Broad casting Network (CBN) de Estados Unidos, el predicador y evangelista Pat Robertson se refería a ésta última tragedia.
“Algo sucedió hace mucho tiempo en Haití y la gente no quiere hablar de ello. Los haitianos vivían bajo la bota de los franceses. Napoleón estaba ahí. Ellos hicieron un pacto con el diablo. ´Te serviremos si nos quitas de encima a los franceses´. ¡Es una historia auténtica! El diablo les dijo: ´OK, denlo por hecho´
Se deshicieron de los franceses, pero fueron maldecidos. Esa isla fue partida en dos. De un lado Haití y del otro República Dominicana. La República Dominicana es próspera, sana, llena de balnearios. Haití es desesperadamente pobre. La misma isla”.


Para Robertson esa es la razón de la cadena de eventos desafortunados sobre éste país. El ministro insta a los haitianos que terminen con sus desdichas: “Ellos deben encontrar a Dios y nosotros debemos orar por ellos. Soy optimista, algo bueno debe surgir de esta tragedia”.
No hay forma de comprobar que tal infortunio tiene su origen en un supuesto pacto con el diablo pero si es evidente que esta es una nación que en su mayoría práctica el vudú que es una mezcla de hechicería y magia negra.


El pastor cristiano Jhon Milton Rodríguez, presidente de misión Paz a las Naciones, advierte que: “cuando se acude a prácticas religiosas donde se invocan espíritus demoníacos o de muertos, esto traerá consecuencias funestas como pobreza, destrucción familiar, ceguera intelectual, manipulación, inmoralidad y un impacto negativo en el mundo espiritual”
Sin embargo, considero que ante la gravedad de la catástrofe es necesario encontrar soluciones, hallar respuestas.
Haití fue el primer país latinoamericano en obtener su independencia, cuando en 1804 se liberó del dominio francés. Pero en realidad ésta desdichada nación no es libre. Además es un pueblo de huérfanos, miles han quedado sin nadie en el mundo.
Haití será recogido y libertado realmente cuando todos los sobrevivientes que aun son cautivos de sus creencias equivocadas, reconozcan que solo de parte de Dios podemos esperar misericordia y solo por Él podemos salir de la oscuridad.

 Este país será libre y tendrá un padre  cuando la paz de Jesucristo se pose sobre ese lugar y entre en sus corazones.