En el mes de mayo se celebra
tanto en Colombia como en otros países del mundo el día de la madre. Sin
embargo además de ser una fecha dedicada a honrar y festejar a este ser
especial, se ha convertido en la excusa perfecta para que la economía de todo
un país sea reactivada.
Los establecimientos
comerciales para esta ocasión lanzan apuestas publicitarias enfocadas a la
temporada, que consisten en obsequios y descuentos con
las que se busca incrementar las ventas.
Andrés Arango, es administrador del almacén Agaval sede oriental. Explica que de
las ventas a crédito que corresponden el 80 % del total de las ventas
de su almacén, hubo un incremento del 20
% de lo estimado para esta época especial. Aunque las ventas de contado también subieron para el día de las madres.
“Lo que más compraron los
usuarios para esta fecha fue ropa y zapatos. Pero no sólo para la mamá sino para toda la familia. Es lo
que llamamos una venta cruzada. Anteriormente la familia venía a comprarle el
regalo a la mamá, ahora vienen con ella y compran para todos”, afirma Arango.
De ésta manera, se puede observar que las
compras en esta fecha tienen como objetivo la conveniencia familiar y no
solamente la de la “reina del hogar”.
Así lo indica Arango quien reconoce que aunque los electrodomésticos ya no sean
los más vendidos para este tiempo sí lo son los elementos electrónicos como
equipos de sonido, televisores y
computadores, los cuales no son exclusivamente
para el disfrute de la madre sino para el de toda la familia.
Paulina Yepes, quien es
comerciante informal enfatiza que para
este día “todo el comercio se alborota. Las mamás quieren estrenar, van a la
peluquería, se arreglan las uñas y los restaurantes todos se llenan”. En su
caso particular las ventas de accesorios como aretes, pulseras, anillos y hebillas así mismo como de perfumes, se vieron en un aumento significativo.
Día de madres en el mundo
Filipinas
Mak Ian Ledda tiene 29 años,
trabaja como profesor de sistemas en San Fernando, La Unión al norte de
Filipinas. La ciudad es centro de comercio y educativo de la región.
El día de las madres Mak
durmió hasta medio día pero tan pronto
como despertó le envió mensajes de texto y por facebook a su madre llamada
Victoria. Después de esto fue al supermercado a comprar helado, una torta y los
ingredientes para una comida familiar. Esta sería una comida muy sencilla pero
significativa ya que pocas veces comen juntos puesto que Mak permanece poco en
su casa.
En San Fernando muchas personas les dan a sus
madres regalos lujosos, las llevan al spa, le dan una tarjeta de regalo o un cambio de imagen. En este país
asiático pero con similitudes latinas gracias a su herencia española, la
costumbre de comprar por cuotas es inusual,
la mayoría hace las compras de contado o con tarjeta de crédito.
Para Mak y su familia es más importante consentir a la madre que lo que se gaste en
regalos. “Le obsequié unas flores y más
tarde la llevé a un restaurante junto con mi padre y mi
hermana. Se lo merece, siempre haré lo mejor para ella”, expresa Mak
Aruba
En Playa hay todo tipo de
tiendas de los mejores diseñadores como Channel, Dior y Hugo Boss. Hay también
muchos hoteles dentro de los que se destaca el
Reinassence que tiene un lujoso puerto donde se estacionan yates y
cruceros.
En Aruba tampoco son comunes
las compras a crédito, sin embargo existe un almacén llamado Crown que adoptó el mismo sistema gracias a la gran
cantidad de latinos que viven allí. Para obtener un crédito en Crown sólo es
necesario presentar el paidslid que es la colilla de pago que indica el salario
mensual y el tiempo laborado.
En esta isla, la moneda
oficial es el florín arubiano y también se usa dólar americano pero entre un 60
y 70% de las compras se hacen con tarjeta
débito o crédito. “Esto no es por miedo de manejar efectivo, es cultural, porque allí las personas pueden caminar con su
laptop o su tablet en la mano sin temor de que las vayan a robar”, asegura
Willington.
Willy, se encontró a la 1 de
la tarde con la señora Luz Marina, su madre, le regaló un perfume de Christian
Dior, la llevó a almorzar a un restaurante chino y más tarde al Sea Port, como se llama el puerto del
Reinassence, y donde se hacen eventos en fechas especiales como el día de la
madre. Él cuenta con gracia que “había una orquesta que tocaba toda clase de música,
incluyendo vallenato y salsa. Era muy chistoso ver a los gringos y a los
macambos, como se les llama a los holandeses, tratando de bailar vallenato”.
Caminaron un rato por donde la banda
estaba tocando y luego cada quien para
su casa.
Celebración muy a la
colombiana
Doña Silvia tiene 60 años y
es la mamá grande de una familia muy numerosa. Al estilo de las típicas
familias antioqueñas del siglo XX. Su esposo murió hace varios años y de los 10
hijos que tuvo con él, sólo vive con ella Gloria, que también es viuda y sus
dos hijos pequeños. Siete de los demás hijos
viven en Medellín y los otros dos, en
diferentes municipios del departamento.
El día de la madre a la 1 de
la tarde, todos sus hijos, con sus esposas y esposos y todos los nietos, que ya
conformaban un batallón, habían llegado a la casa de doña Silvia que queda en
el barrio Manrique Oriental. Llegaron con toda clase de regalos; ropa, zapatos,
bolsos, joyas y una torta lo suficientemente grande como para que todos
tuvieran una buena porción. Pero la celebración no era sólo para ella, por lo
que decidieron poner música a alto
volumen, y empezaron a conversar y a tomar licor mientras se turnaban la
preparación de la comida.
A las tres de la tarde
cuando ya el ambiente estaba muy acalorado, el vecindario presenció el
instante en que llegaron a su casa una
lavadora y una nevera nuevas. No cabía duda que la familia quería demostrar que
cualquier gasto era poco comparado con la demostración de afecto que tantos
regalos significaban.
Faltaba la cereza en el
pastel y alrededor de las 6 de la tarde llegó una van de la que se fueron bajando uno a uno nueve
hombres vestidos de charro, empezaron a cantar y bailar música ranchera en la acera de la casa de doña Silvia.
“Que hermosura. Ella se lo merece es muy
buena persona”, comentaba una vecina.
Al finalizar el día a doña Silvia no le habían dejado mover un
dedo y la celebración que había tenido un costo cercano a los 5 millones de
pesos parecía no compensar que durante los otros 364 días del año tendrá que
sufrir de la mezcla entre la opulencia y la soledad.
La festividad del día de las madres es motor de la economía
en los lugares que esta fecha se celebra
Según
la revista económica Portafolio, debido al desarrollo tecnológico, se ha
convertido en una costumbre en Colombia la constante renovación de los
electrodomésticos. Por su parte, los
distribuidores en épocas como ésta, amor y amistad, y las primas de mitad y fin
de año aprovechan la oportunidad para ofrecer precios y descuentos que impulsan
un pico en las ventas permitiendo el
incremento de la economía.
Gonzalo Urquijo Hoyos